Relato de mi primera infidelidad y de como comenzó todo. Aunque pueda parecer algo largo recomiendo leerlo hasta el final. Infidelidad y sexo con maduros.
Ahora entiendo lo que quiere decir aniversario, y no es otra cosa que entregar el culo al adversario.
El aburrimiento y la necesidad, una mala combinación.
El placer de lo prohibido.
De como un rutinario viaje a la playa, se convierte en el peor de los horrores. Dedicado a todos aquellos que piensan que esto nunca les puede pasar a ellos.
Lo que puede suceder cuando carnavales se mezclan con la celebración de un cumpleaños.
Infidelidad, sorpresas y una pizca de no consentido.
De como un paseo rutinario en bici durante unas vacaciones, termina sin querer en una infidelidad con un señor maduro.
De como una estancia por trabajo en París, termina llevándome a cometer alguna locura. Relato hetero, de infidelidad con maduros, y un toque de exhibicionismo. Espero que os guste.
A veces las cosas ocurren sin querer, no te imaginas las consecuencias de tus pequeños actos cotidianos, pero creo que si algo queda claro es que todo fué por su culpa.
¿Quieres hacer un poco de ejercicio conmigo?. Seguro que después de leer este relato ya no mirarás a las chicas que corren por tu parque de la misma forma.
Sexo, droga y rock and roll, bueno tal vez no sea ese el orden, pero el resultado es el mismo. Estos hechos sucedieron durante un concierto que los Rolling Stones en Madrid.
Nunca podría imaginar lo que sucedería por conectarme a un chat de sexo.
Cada vez necesito más este tipo de encuentros virtuales.
Un fin de semana en la playa con sus compañeras de trabajo con final inexperado.
Pese a que he limpiado muchas veces los asientos del coche no consigo quitar la dichosa mancha, la cual permanece debajo de mis intimidades cada vez que conduzco.
El destino quiso que una enfermera y un camionero se conocieran. Su historia se desarrolla con normalidad hasta que adquiere un final inesperado.
Nunca pensé que la lectura de aquel libro me llevase hasta una situación tan sorprendente.
Al mal tiempo buena cara.
Sólo tenía que bailar la danza del vientre y nada más.
Este verano no pude coincidir con mi esposo en vacaciones y conocí a un hombre maduro con el que disfrute de nuevas experiencias.
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