martes, 31 de enero de 2023

Jugando con la webcam

 


Al fín sábado a la noche. Día en el que pude dejar a mi hijo y mi marido en casa para acercarme a ver a mi amiga Marga. Desde que me dijo el fin de semana pasado que se fracturó el tobillo esquiando que tenía ganas de ir a verla y comprobar que tal estaba.

Como os decía, Marga es mi amiga desde la infancia. Al contrario que yo está soltera y le gusta presumir conmigo de su promiscuidad. Decir que no se lleva bien con mi marido por esta causa. Mi marido teme que Marga me incite a seguir su promiscuidad y Marga sabe que mi marido la tacha de zorra. Lo peor es que ambos tienen su parte de razón.

El caso es que como sabía que esa noche sería noche de pijamas entre amigas me puse ropa cómoda para ir a visitarla. Unos jeans, jersey recio que hacía frío y deportivas.

Enseguida nos liamos a preparar algo de cena, por supuesto Marga abrió un buen vino para acompañar y entre trago y trago, nos fuimos contando nuestras cosas. Ya con los postres nos tomamos alguna copa más. Debo reconocer que a mí se me subió un poco el alcohol ingerido a esas alturas. Como pensaba tomar un taxi de regreso no le di mucha importancia y preferí  disfrutar de la estancia en casa con mi amiga. Ya llevaba esa alegría encima propia del alcohol cuando me dijo:

.-Que pena que no podamos salir de fiesta esta noche. Tenía ganicas- dijo Marga mientras preparaba un segundo gin tonic y nos acomodábamos en el sofá del salón.

.-Bueno no importa- quise restarle importancia al asunto.-Ya saldremos otro día- maticé.

.-Lástima. Me apetecía conocer algún chico nuevo. Es que llevo un tiempo sin follar y me pica el chichi- Marga era así de bruta, soltaba las cosas sin pensar.

.-Pero que bruta eres- la repliqué entre risas.

.- Tengo una idea. Vamos a tener una cita virtual- dijo algo risueña por la idea.

.-¿Una qué?- pregunté algo ingenua sin saber en qué locura podía estar pensando.

.-Una cita virtual, ¿no lo has hecho nunca?- me preguntó sorprendida al verme la cara.

.-Pues la verdad, no- la respondí con toda sinceridad.

.-Pero carca eres- me dijo al tiempo que cogía su portátil y lo ajustaba en la mesita frente al sillón en el mismo salón.

Estuvo un rato tecleando y buscando por internet mientras yo apuraba mi combinado observándola atónita. Se conectó en algún chat casi al mismo tiempo que preparaba el tercer gin tonic de la noche. Reconozco que además del vino de la cena ya me encontraba algo chispita.

Creo recordar que nos conectamos bajo el pseudónimo de “conejitas”. Enseguida tuvimos varios intentos de privado pero no hubo ninguno que nos llamase la atención hasta que alguien bajo el Nick de “pollon30” nos envió un tímido “hola”.

.-“Hola. ¿Lo de pollón30 es por los años?”- despertó la curiosidad de mi amiga.

.-“Por supuesto que no, es cuestión de tamaño”- respondió quien quiera que estuviese al otro lado del chat.

.-“Eso habría que verlo porque todos los tíos sois unos fanfarrones”- le respondió Marga.

.-“Si quieres comprobarlo con tus propios ojos envíame un privado”- tecleó en la pantalla.

Mi amiga enseguida cambió de pantalla. Del otro lado se abrió una ventana donde se veía a un tipo sentado en una silla tipo gamer, arropado con unos calzoncillos de Kelvin Clain y luciendo un hermoso paquete. Blanquito de piel, sin tatuajes visibles y unos buenos abdominales marcando tableta. Vamos un tipo bien, tirando a modelito. Me gustó lo que veía.

.-¿Sois dos?- preguntó al vernos por la webcam.

.-¿Algún problema?- le replicó mi amiga.

.-No ninguno, pero esto no es justo. Yo estoy medio desnudo y vosotras vais vestidas de arriba abajo- se quejó el tipo al otro lado.

.- Puede que tengas razón. Me parece justo- pronunció Marga al tiempo que se desprendía del sueter y los pantalones para quedar tan solo en ropa interior. Lo hizo como si nada, con la mayor naturalidad del mundo, como si lo de desnudarse frente a un desconocido fuese de lo más normal en ella. Al menos tuve la impresión que no era la primera vez que lo hacía, y que además disfrutaba de ello.

Me sorprendió el conjunto de lencería de mi amiga. Un sujetador negro de encaje a juego con su braguita. Lo cierto es que lucía realmente sexy. Al menos para ser ropa interior de estar por casa.

.-¿Y tu amiga?- preguntó el tipo del  otro lado.

.-¿Qué pasa?. ¿No tienes bastante con lo que ves?- preguntó Marga tratando de retar al tipo.

.-Si quiere ver una buena polla  tiene que desnudarse también- argumentó de manera más soez y brusca al tiempo que comenzaba a acariciarse el “pollón” por encima de los calzoncillos.

.-Venga sosa, anímate- me incitó Marga medio susurrándome y tirando de mi jersey hacia arriba tratando de desnudarme ella misma.

Yo estaba alucinando con todo aquello, me encontraba como en una nube. Supongo que el alcohol ayudó lo suyo. Sin ser consciente de lo que hacía facilité la labor a mi amiga. Me sacó el jersey por la cabeza y quedé expuesta ante la web en sujetador. Menos mal que Marga había enfocado la cámara de tal forma que no se nos alcanzaba a ver la cara, porque en esos momentos me moría de vergüenza. Para colmo mi ropa interior no era nada sexy. Mi  sostén era de esos de algodón algo infantil pero que me resultaba cómodo.

.-Vamos los pantalones, que se quite los pantalones- escuchamos la voz que se coló en el salón a través del micrófono con cierta urgencia y desesperación.

Yo miré a Marga horrorizada con la idea.

.-Vamos tía no seas mojigata- me susurró de nuevo tratando de que no nos oyese nuestro amigo y  al tiempo que me hacía indicaciones para que me pusiese en pie.

.-¿De qué vas?- le susurré yo también tratando de que no se me escuchase.

.-¿Qué ocurre?. ¿No queréis ver una polla de verdad?- preguntó el tipo desde la pantalla sin dejar de acariciarse.

.-Es que mi amiga es casada y le dá un poco de corte- gritó Marga para que se le oyese bien.

.- Pues dile a tu amiga que si no se quita el pantalón tendrá que conformarse con ver únicamente la pollita de su maridito- pronunció el muy engreído del otro lado.

.-¿Pero porque le dices eso?- continúe susurrando a Marga tratando de que no se enterase.

.-Hazme caso no seas tonta- me cuchicheó mi amiga al tiempo que ella misma me desabotonaba el pantalón y tiraba de la tela hacia abajo.

.-¿Pero qué haces?, ¡Estás loca!- me mostré reticente a bajarme los pantalones delante de aquel tipo mientras forcejeábamos.

.-No sé tú pero yo quiero verle la polla a ese tío- continúo Marga animándome a bajarme los pantalones entre susurros y cuchicheos.

.-Yo no- le repliqué a media voz una vez  más.

.-Vamos tía, seguro que después de todo no es para tanto y podemos burlarnos de él- trató de convencerme. Esta vez sopesé sus palabras. Puede que tuviera razón. Bien mirado en braguita y sujetador no enseñaba mucho más que con bikini en la playa.

.-Confía en mí, será divertido- me susurró mi amiga tratando de que finalmente me decidiera.

.-Estás como una puta cabra, no sé cómo coño logras meterme en estos líos- me resigné a ceder a las pretensiones de todos, menos las mías. Así que me armé de valor y yo misma deslicé mis pantalones tirando de los extremos para llegar a quitármelos con cierta torpeza.

Quedé expuesta en mis braguitas de algodón con dibujitos.

.-Nosotras ya hemos cumplido nuestra parte, ahora déjanos ver eso que tanto presumes- alzó la voz Marga para que nuestro invitado a la fiesta pudiera oírnos bien.

A través del portátil pudimos ver como el hombre se puso en pie enfrente de la cámara y sin el menor pudor se bajaba los calzoncillos mostrando una buena herramienta. Apenas estaba morcillona y ya  le mediría los dieciocho centímetros.

Yo me llevé las manos a la boca sorprendida por semejante polla. Marga en cambio trató de burlarse del tipo.

.-¿Eso es todo?- le preguntó. –Ni tan siquiera la tienes dura- lo incitó a que hiciese algo más.

El tipo se sentó sobre su silla tipo gaming y empezó a meneársela de tal forma que poco a poco la cosa se le fue poniendo más dura. Yo alucinaba con lo que veía.

.-Entenderás que las braguitas de tu amiga la casadita no ponen nada- reaccionó así a la provocación de mi compañera.

.-Venga machote, no pongas excusas, queremos ver tu cosita bien dura- le picó al tipo.

.-Pues tendréis que hacer algo que me ponga más cachondo- se excusó.

.-¿Ah sí?, ¿cómo qué?- preguntó Marga.

.-Dile a tu amiga que me enseñe las tetas- soltó de golpe aquel desconocido.

.-¿No te sirven las mías?- preguntó Marga al tiempo que se despojaba de su sostén disfrutando de exhibirse. Mi amiga estaba en su salsa pero yo desde luego estaba como hipnotizada, mejor dicho “idiotizada”.

.-No están mal, pero quiero verle los pechos a la casadita, ¿por qué la de las braguitas de algodón es la casada no?- quiso asegurarse el mamarracho.

A esas alturas de la película el tío se estaba pajeando a base de bien, empezaba a estar excitado y ya la tenía medio dura. Desde luego a mí si me parecía un “pollón”, en cambio a mi amiga parecía no impresionarla el tamaño de la verga.

Marga me miró pidiéndome con la mirada que accediese a la petición de pollón.

No sé porque lo hice pero lo hice. Tal vez fascinada y seducida al ver como aquel desconocido se meneaba la polla a través de la pantalla y su “cosita” iba adquiriendo un tamaño considerable. Llevé mis manos a la espalda y soltando los ganchillos del sostén procedí a quitarme el sujetador mostrando orgullosa mis tetas.

.-Joder que tetas más ricas- soltó el tipo del otro lado.

.-Son preciosas- dijo acelerando el ritmo de su paja.

.-Anda bonita, acércate un poquito más a la cámara que quiero verte bien esas tetas tan ricas que tienes- pronunció totalmente excitado meneándose frenéticamente la polla que ya estaba bien dura para el asombro de mis ojos.

Hice como me ordenó. Me alagó que se dirigiera a mi, y no prestase atención a mi amiga. Era como si hubiera ganado un concurso de belleza contra mi amiga de toda la vida. Por un momento disfruté la situación de sentirme la elegida. Ya solo por fastidiar a Marga que le seguí el juego.

.- Como me gustaría tener mi polla entre esas tetas- decía la voz masculina del otro lado mientras su paja adquiría un ritmo frenético.

.-Anda nena, tócatelas un poco para mi- casi me suplicó.

Accedí. Tal vez por su tono de voz, por su excitación, su sinceridad, el caso es que comencé a tocarme los pechos para aquel desconocido. Además estaba el lado Marga. Quería sorprenderla, quería que viese que no era tan mojigata como se pensaba de mi.

.-Joder son preciosas. Que tetas más ricas tienes- se le notaba verdaderamente excitado.

Me gustó provocarlo.

.-¿Te gustan?- le pregunté siguiéndole el juego.

.-Como me gustaría sobarte ese pedazo de tetas. Menuda suerte tiene el cabrón de tu marido- me soltaba cosas por el estilo que a mí me encendían. Tal vez su lenguaje soez o tal vez el saber que estaba haciendo gozar a un desconocido que sin querer comencé a acariciarme por debajo de mis braguitas. Tal y como estaba enfocada la cámara pensé que quien se encontraba del otro lado no lo notaría pero me equivoqué.

.-¿Te estás tocando guapa?- me preguntó interrumpiendo su paja.

No supe que decir. El tipo insistió.

.-¿Tú también te está tocando?- cuestionó de nuevo.

Permanecí callada.

.-Anda enfoca la cámara un poco más lejos. Quiero verte de cuerpo entera- pidió el tipo con la clara intención de verme masturbándome.

Esta vez fue Marga quien se encargó de enfocarme tal y como el tipo solicitaba.

.-Eso es mejor así- dijo el tipo al tiempo que reanudaba su paja.

.-Estas muy buena, ¿lo sabes?- de nuevo se metió en la dinámica de masturbarse mientras soltaba soeces por la boca.

.-Anda tócate, continúa tocándote- me incitó a masturbarme delante suyo.

Yo deslicé mi mano tímidamente por debajo de la tela de mi braguita y con cierto pudor comencé a acariciarme el clítoris. Pude notar mis labios mojados. Reconozco que todo aquello me estaba poniendo francamente cachonda.

.-Como me gustaría follarte. Tienes que follar de puta madre. Te iba a dar candela todos los días. Menuda pinta de zorra en la cama que tienes-  decía el muy cerdo mientras se masturbaba para deleite de mis ojos.

En verdad que estaba sorprendida por el tamaño de aquella polla. Por momentos pensé que debía ser cosa del enfoque de la web o algún tipo de filtro. El tipo se regocijó de verme en mi estado y comenzó a preguntar…

.-¿Te gusta mi polla?, ¿eh?, ¿dime?. ¿Te gusta mi polla?- preguntaba a través de la cam.

Yo permanecía callada pero comenzaba a tocarme con algo más de descaro y falta de pudor. Uno de mis dedos comenzó a hurgar en mi interior. Estaba lo suficientemente empapada como para que se deslizase en mi interior.

.-Eso es putita, tócate, tócate para mí. Joder que buena estás. Como te follaría. ¿Te gustaría?. ¿Te gustaría que te follase con esta polla?. Vamos, dime guarra, ¿te gustaría que te metiese mi polla hasta el fondo?- el tipo no dejaba de decir groserías.

.-Vamos dime, ¿te gustaría que te follase con esta polla?, ¿eh?, vamos dime, quiero escucharlo de tu boca- el tío insistía.

.-Uhmmm, si joder- musité al mismo tiempo que me penetraba con dos de mis dedos.

.-Ya lo sabía yo, con esa cara de zorra que tienes estaba seguro de que te gustaría que te follase con mi polla. Seguro que tu marido no tiene ni la mitad. Por eso te gusta verme la polla. Porque te imaginas todo esto dentro tuyo. Estoy seguro que estas a punto de correrte ¿eh?. Zorra. ¿Te vas a correr?, ¿te vas a correr pensando en mi polla?- se notaba que el tipo disfrutaba soltando groserías y majaderías.

.-No te he escuchado zorrita. ¿te vas a correr?, ¿te vas a correr para mí?- el muy cerdo podía contemplar cómo me masturbaba frente a la webcam de manera frenética por todo cuanto acontecía.

.-No te escucho, dime,  ¿te vas a correr?. ¿Te vas a correr?- supe que no iba a parar de preguntar hasta que le contestase.

.-Joder si. Me voy a correr, me gusta tu polla. Me voy a correr viendo ese pedazo de polla que tienes- ni yo misma podía creer que hablase de esa manera pero qué queréis que os diga, que en esos momentos no era yo quien fuera responsable de mis actos.

.- Así me gusta zorrita, que te corras pensando que es mi polla la que te folla. Te gustaría ¡eh?, te gustaría que te follase como no te folla tu marido. Anda que… menuda puta estas hecha. Déjame ver, déjame ver cómo te corres. Quítate esas ridículas braguitas de algodón que llevas y déjame ver cómo te metes los dedos pensando en mi- ordenó a través de la pantalla.

Yo cerré los ojos y comencé a masturbarme con violencia y con urgencia. Quería correrme antes que él y ahorrarme darle el espectáculo. Es más, lo necesitaba. Necesitaba correrme y acabar con toda aquella locura.

Fue Marga quien arrodillándose en el suelo a mi lado tiró de los laterales de mis braguitas para sorpresa mía arrancándome las braguitas hasta deslizarlas a medio muslo. Juró que no tenía consciencia de lo que estaba haciendo mi amiga mientras duró mi trance hasta ese momento.

.-¿Qué haces?- le espeté a mi amiga sorprendida por su actuación y por verme prácticamente desnuda  frente a un desconocido aunque fuese a través de una pantalla de ordenador.

.-Vamos tía no lo jodas, quiero ver como se corre ese capullo- argumentó mi amiga. Y antes de que pudiera darme cuenta estaba deslizando mis braguitas por mis tobillos para terminar de quitármelas.

.-Eso es zorrita. Déjame ver. Déjame ver ese coñito de casada que tienes- medio ordenó medio suplicó.

Yo cerraba mis piernas pero Marga desde su posición ejerció más fuerza y me forzó a abrir mis piernas de par en par ofreciéndole a aquel desconocido una visión más que generosa de mi intimidad.

.-Joder, si lo llevas depiladito y todo- exclamó nada más contemplar la fina tira de pelillos que decoran mi pubis.

.- Y yo que creí que lo llevarías bien peludito. Menuda zorra. Apuesto a que deseabas enseñármelo. Y te hacías la estrecha. Casi me lo creo. Anda ábrete bien de piernas y déjame ver cómo te metes los dedos- de nuevo  subordinada a sus órdenes me abrí de piernas ante la webcam y me fui metiendo los dedos poco a poco follándome con ellos.

.-Eso es zorrita, muy bien, lo haces muy bien. Como me gustaría ser yo quien te metiese la polla hasta el fondo. Quiero ver cómo te corres. Córrete lo oyes. Quiero que te corras pensando en mi polla- el tipo no paraba de decir soeces que sabía me calentaban.

.-Siiih- un tímido gemido se escapó de mi boca al tiempo que un primer espasmo recorría mi espina dorsal.

.-Eso es putita, córrete, córrete pensando en mi polla- dijo del otro lado incrementando el ritmo de su masturbación.

.-Me corrooo- musité tímidamente una primera vez mientras que un segundo y tercer escalofrío arqueaban mi espalda y contraían mi vientre.

.- Me corrooo- avisé mientras cerraba los ojos, me abandonaba al placer y varios espasmos recorrían mi espina dorsal, arqueaban mi espalda y me habría de piernas todo cuanto podía tratando de disfrutar el momento.

Aún no había terminado de correrme cuando abrí los ojos casi sin querer  para contemplar como la enorme polla que se mostraba en pantalla eyaculaba un primer salpicón de esperma sobre su teclado. Aquella visión tan deseada logró que mi orgasmo se prolongase un poco más, logrando que fuese más intenso y duradero de lo normal. Al menos así lo recuerdo.

Aún estaba tratando de recuperar el aliento cuando una segunda sacudida de esperma salpicó la pantalla. Le sucedió una tercera, una cuarta y una quinta. Yo que tampoco había visto en mi vida eyacular tanta cantidad obtuve un último espasmo que me erizó los pezones y me supo a gloria dejándome una sensación de satisfacción como nunca antes había experimentado.

.-Joder, ha sido una pasada- exclamó quien quiera que estuviese al otro lado de la pantalla.

.-Esto tenemos que repetirlo- se le veía emocionado.

Yo por mi parte me recuperaba de tan brutal orgasmo, mi respiración se normalizaba y mi cuerpo comenzaba a no estar tenso. Fue entonces cuando fui consciente de que mi amiga Marga se encontraba a pocos metros de mi posición. La pude ver en braguitas grabándolo todo con su móvil.

.-¡¡Pero qué haces!!!- la grité al tiempo que bajaba la pantalla del ordenador dando por zanjada la sesión sin despedirme agradecidamente ni nada de quien estuviese al otro lado tratando de quitarle el móvil a mi amiga.

.- Dame eso ahora mismo- me abalancé sobre ella tratando de hacerme con su celular con la intención de borrar cuanto hubiera grabado.

.-Ni lo sueñes, ya verás la cara que pone tu marido cuando lo vea- dijo con la clara intención de provocarme llevándose las manos y el móvil a la espalda para que no se lo quitase.

No era la primera ni sería la última vez que me pelease con mi amiga medio desnudas las dos,  pero si que fue la primera vez que advertí un brillo especial en sus ojos cuando nuestros cuerpos desnudos se rozaron en la contienda por hacernos respectivamente con el móvil de la discordia.

Ella corrió a encerrarse en uno de los cuartos de baño, para cuando salió yo ya estaba vestida y algo más calmada. Salió del baño sin el celular. No quise darle mayor importancia. Esperé al transcurso de la noche para entrar al baño y registrarlo con la intención de encontrar el móvil y borrar la grabación, pero para mi desgracia donde quiera que lo hubiera escondido estaba bien oculto y no dí con él.

Besos,

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